Después del rotundo fracaso de la Conferencia de Copenhague, hace un año, se acaba de inaugurar la XVI Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático. Durará unos 12 días mientras los delegados de todos los países del mundo luchen por llegar a un mejor acuerdo. En total, se prevé que asistirán unas 25,000 personas, entre delegados, periodistas y otros interesados.
Pero, pensando en la historia de Cancún, creado por decreto del Gobierno PRI en el año 1970 y promovido enérgicamente por él – un poco como la intervención autocrática del Gobierno Franquista en el inicio del boom turístico de Espana – y sobre todo con el recuerdo del progresivo deterioro del medio ambiente en esa ciudad y su contorno, parece inevitable que se le ocurrirá a mucha gente que los organizadores de esta conferencia tan cacareada se han puesto en ridículo con la decisión poco sensible de escoger ese lugar amenazado y facilitar el aporte de la contaminación suplementaria de los 25,000 asistentes.
Veánse las siguientes testimonios.
En primer lugar, la aportación de Wikipedia:
“Contaminación del sistema lagunar Nichupté”
“En la actualidad, muchas partes de la laguna están seriamente contaminadas y despiden olores fétidos derivados de la podredumbre de plantas y descarga de aguas negras por parte de las construcciones que se siguen efectuando a lo largo de Isla Cancún, y de los mismos hoteles y plazas comerciales.[43] Desde la edificación de los primeros hoteles en la zona hotelera, se construyeron plantas de tratamiento de aguas servidas en la isla al lado de la laguna, y los conductos de evacuación de aguas de lluvia se construyeron para verterse sobre la laguna. Pero recientemente se descubrió que algunos hoteles y centros comerciales conectaban sus conductos de evacuación de aguas servidas a los conductos de evacuación de aguas de lluvia. El mismo procedimiento delictivo fue practicado por otros cuyas facilidades de tratamiento de aguas servidas resultaron insuficientes y que también dirigieron las aguas servidas a los conductos de aguas de lluvia. Alrededor del 80% de la superficie de la isla ha sido impermeabilizada o pavimentada lo cual impide la penetración del agua de lluvia en el suelo. Es así que esa misma agua al escurrir acarrea consigo metales pesados, productos del petróleo, aceites de motor y otros compuestos químicos solubles o insolubles a la laguna.[44]”
“El polémico Puerto Cancún”
“Puerto Cancún, que se edifica sobre casi 300 hectáreas e incluye la construcción de, por lo menos, ocho hoteles de lujo, condominios, comercios, cines y una marina para el atraque de 300 embarcaciones, se ha visto envuelto en una serie de irregularidades, tanto en su estructura como en el impacto ecológico que hoy representa para la ciudad y la gente que vive en sus proximidades. El 28 de diciembre de 2006, fue detenido por el FBI y recluido en una cárcel de Chicago, Michael Eugene Kelly, principal accionista del magno complejo. Al proyecto se opusieron los grupos ecologistas, en especial de Quintana Roo, porque afectaba varias hectáreas de manglar y expandía al extremo la zona hotelera, ya de por sí saturada y con la competencia de la Riviera Maya. Era mejor consolidar Cancún y evitar más polarización social y económica. Pero las instancias gubernamentales no escucharon éstas ni otras razones y dieron a Kelly carta blanca para su multimillonario proyecto en dólares, en el cual también participan los grupos mexicanos GICSA y Hansa Urbana, entre otros.[45]
«Actualmente, la zona ha sido deforestada, se ha acabado casi con el 100% del manglar en el área, se ha aplanado el suelo con sascab (tierra blanca de la zona utilizada para construcciones), se levantaron edificios, y se trastornó el hábitat de distintas especies (entre ellas el coatí nasua narica), desplazando la fauna silvestre de manera permanente. El área que rodea a las construcciones, unidades habitacionales, sufren de contaminación auditiva por el ruido de la maquinaria, y gracias al aplanado de sascab, se levantan auténticas polvaredas que llenan de gruesas capas de tierra y polvo incluso el interior de los hogares.”
Otra opinión:
“La construcción de 120 hoteles en 20 años también puso en peligro las zonas de cría de las tortugas marinas, además de afectar un gran número de peces y mariscos – que se agotan o desaparecen de la costa. Con el fin de evitar una mayor destrucción del medio ambiente, muchos grupos conservacionistas mexicanos han presionado al gobierno mexicano para que controlen el desarrollo de Cancún y otros sitios de interés turístico.”
(Traducido de un artículo publicado en los años 90 por el “Proyecto Mandala”, de la American University.)
Y, para los que hablan inglés – o los que se sirven del servicio de traducciones de Google – se recomienda el artículo de Peter V. Wiese sobre el impacto medioambiental en Cancún.